jueves, 29 de septiembre de 2011

Querida

Una mirada, solo una mirada se apodero de mi realidad, de mi vida, de mi alma
Fue tu caminar el que hipnotizó mis sentidos y aceleró mis latidos
Ese día en el que el sol brillaba con una intensidad casi insoportable
Solo tu brillo lo podía opacar
Tu sola presencia volvía hermoso cada momento de esas inolvidables veinticuatro horas, Horas en las cuales no pude dejar de pensar en ti ni un solo segundo
Horas que se volvían insoportables cuando mis incrédulos ojos no podían vislumbrarte Logré enfocar tu hermosa silueta otra vez
Algo precioso se metió dentro de mí a través de mis oídos
Tu melodiosa voz, una que ni los ángeles mismos han tenido la fortuna de escuchar
Te volviste alguien inolvidable para mí
Te convertiste en un sueno y en una realidad
Una realidad de la cual no quiero ni puedo escapar
Mi alma te anhela, te necesita, te pide a gritos que te quedes junto a mí.

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