jueves, 29 de septiembre de 2011

Querida

Una mirada, solo una mirada se apodero de mi realidad, de mi vida, de mi alma
Fue tu caminar el que hipnotizó mis sentidos y aceleró mis latidos
Ese día en el que el sol brillaba con una intensidad casi insoportable
Solo tu brillo lo podía opacar
Tu sola presencia volvía hermoso cada momento de esas inolvidables veinticuatro horas, Horas en las cuales no pude dejar de pensar en ti ni un solo segundo
Horas que se volvían insoportables cuando mis incrédulos ojos no podían vislumbrarte Logré enfocar tu hermosa silueta otra vez
Algo precioso se metió dentro de mí a través de mis oídos
Tu melodiosa voz, una que ni los ángeles mismos han tenido la fortuna de escuchar
Te volviste alguien inolvidable para mí
Te convertiste en un sueno y en una realidad
Una realidad de la cual no quiero ni puedo escapar
Mi alma te anhela, te necesita, te pide a gritos que te quedes junto a mí.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Me siento atrapada. No siento mi esénica, ni como persona, ni ser humano... Me he perdido en la soledad de mis actos, siento que no puedo seguir con esta vida. Algunos llamarían esta una dicha, en cambio desde hace tiempo que no lo valgo así.
Las aumentantes dudas invaden mi cerebro. Tal vez él tenía razón y no hay nadie mas en esta realidad... No entiendo o tal vez no quiero comprender el porque eres de esa forma tan distintiva conmigo. No demuestras tú sentir.

Aahh... Mierda, mi vida va directo hacia ella.

Un corazon con la intención de sentirse amada, pero precavido por el miedo al maldito rechazo. No logro vislumbrar lo que algun dia fuí. Me niego a sufrir, pero entonces... ¿Cómo crecer? ¿Estancarme es lo mejor? ¡NO!
Es solo que ahora no me siento viva. me alejare de las personas y me lamentare en silencio. No quiero la compasión ajena.

La tristeza invade mis ojos y moja mis mejillas... No me permito que me vean llorar. Me encuentro en un hoyo, me hundo mientras veo que todo a mi alrededor pierde el sentido de ser algo bello. Mis sentimientos son lo único que siento cerca, y desplazarme de ellos será una tarea improbable de cumplir. Pero, he dicho si no hay forma de mostrar lo que siento, ni compartir mi yo interno; no hay razón para tenerlos.

A pesar de que hay figuras a mi lado, solo logro observar los fantasmas, absolutamente sola, es como me encuentro ahora... No hay conocimiento de una puerta para salir de aquel lecho de mi gran decepción y tristeza.
No sé como sincerar lo que guardo en mi. ¿Qué me lastimen? NO esta en mis planes. Callar el dolor es la mejor solución que le encuentro a este martirio de reflexiones inconclusas...

¡Falta de luz, falta de compresión, me he perdido y ya no sé quien carajos soy!

Miedos Adquiridos

Al realizar está búsqueda, me he encontrado difícil. No vislumbro nada en está penumbra... No puedo dar marcha atrás ¿De qué serviría? Estoy bastante lejos de la entrada & al parecer estoy estancada en este túnel.
Me quedaré sentada & aguardare la mano amiga que me impulse a seguir, pero es que no me sería grato que lo hicieran por compasión. & es que me enferma & me satisface la soledad que acongoja mi triste ser; es un refugio que he encontrado a lo largo de mejillas empapadas & ojos húmedos. Tantas cartas & promesas jamás realizadas... Al fin estoy sola; al fin estoy loca.
A diestra & siniestra encuentro los fantasmas del ayer; me acostumbre a su presencia, pues no me provocan insomnio; solo una leve gana de llegar a la tortura seguida por el exterminio de mi vida... Creo que me lo he pensado demasiado, ya qué aun no logro completar la labor que mis recuerdos quieren ejecutar.
He perdido el rumbo; el camino es un laberinto, más no he de excusar al destino... He de considerar que este me condena a mí.
Puerta tras puerta se cierra frente a estos desconcertados e ilustres ojos; las ilusiones mueren conforme el compás de mis débiles latidos. Aun no asimilo el por qué de seguir soñando con algo que no se cumplirá. Caeré en sueño profundo... Espero impaciente el momento en el cuál esta dulce tortura aniquile mi cuerpo, en el cuál mi mano este decidida a acuchillar mi garganta.
Observar el engaño de tú mirada me emociona, pero no sé cuánto tiempo siga tolerando ese desprecio l amor que tengo. ¡Gritar! Gritarle al cielo, gritarle a la luna por la desdicha de mis complejos. Marcar una mueca disfrazada de sonrisa con un toque de belleza primaveral para evitar cuestiones...
Llegara el día en el que mi esencia se ligue a la de vos. En fin; la búsqueda del sentido al querer no llega a su fin. Me sigo perdiendo en el trayecto; sí tan solo algún faro estuviese presente, sabría por donde seguir el trayecto de mi inconclusa mente.
Sin algún cerillo que flamear, aun camino en la cruda & deliciosa oscuridad... Que quema mi piel; que quema mi alma sin poder sentir el más leve dolor... Me siento feliz & viva.
Al tocar mi esquelético cuerpo he notado impaciente que el final de este se aproxima, más no el de mi alma, ya que esta apegaba a mis antiguos pasos del túnel en el que hábito.
Pasan los días, el tiempo; los años & sigo atorada. Es como sí la planta de mis huesudos pies no tuvieran conexión con mi control mental; ya qué no consigo levantarlos del lugar... Simplemente ya no me responden.
Siento seca gran parte del corazón & ahora me percato de que es una pesada & "valiosa" carga, pero ¿cómo llevarlo sí no tengo la fuerza para poder tenerlo? No sé si pueda seguir con esto.
Pensamientos negativos invaden mi cabeza; mientras que los buenos momentos me abandonan en el delirio de este pobre silencio. Voces; miles de voces rondando, demasiadas opiniones que alteran mi concentración & buscan la distorsión de mi vida; demasiadas sugerencias para vivir como "se debe".
Esta travesía me ha arrebatado mi tiempo & mi vida completa, pero debo terminarla. Tengo que hacerlo, aunque es posible que mi mano actué antes de ello & mi cuerpo se quede en una caja a tres metros bajo el suelo... No hay un final... supongo que me encuentro en una maldita cueva.
Pero ¿Qué ha pasado? ¡He despertado! ¿Acaso todo fue un sueño? Claro que lo fue, aun estoy en la blanca celda donde me encerraron por mis miedos adquiridos a lo largo de los siniestros años...
SANDY ROBLES//SANDY BUB-S

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Tormenta

Era una noche de Agosto, las luciérnagas volaban como presagiando una tempestad, estábamos tu y yo esperando a que aquella terrible noche terminara para así poder olvidar lo sucedido, de pronto murmuraste “esto no puede seguir” y yo enfadado camine rumbo al balcón de aquella triste y desolada morada en la cual alguna vez prometimos amarnos.

Encendí un cigarrillo y comencé a recapitular, me preguntaba que había hecho mal, porque todo termino tan jodido, escuchaba tus sollozos al otro lado de la puerta, tu llanto solo condenaba a mi alma a una miseria interminable, no podía comprender como es que me había vuelto un tipo tan ruin.

Perdí la noción del tiempo, hasta que el dolor de la quemadura que me propinó el cigarro agonizante me trajo de vuelta, fue entonces cuando decidí entrar, tenia el deseo de recuperarte, de volver a ese lugar maravilloso en el cual tiempo atrás comenzamos nuestra historia, así que tome la manija de la puerta y decidí entrar, pero advertí que la habías cerrado, tu llanto era cada vez mas intenso y mi alma quería terminar con él de una vez, pero esa barrera me lo impedía.

Te implore que me abrieras, pero no recibí respuesta alguna, lo intente algunas veces mas pero solo confirme el enorme desprecio que me tenias, comencé a escuchar ruidos, abrías y cerrabas cajones, sabía que buscabas algo, desesperado encendí un cigarrillo mas, esta vez el humo cegó mis ojos de una manera brutal, ahora solo escuchaba como esculcabas toda la habitación.

El ambiente comenzó a sentirse peculiarmente peligroso, el ruido ceso, volví a llamarte pero la situación no cambio, comencé a ponerme cada vez más nervioso, a golpear la puerta, a gritarte con desesperación pero tu silencio era sepulcral, hasta que un estruendo ensordecedor ahogo mis intentos y provoco en mi un pánico insoportable.
Decidido y angustiado derribe la puerta de una patada, al entrar, se plasmo en mi alma para siempre aquella escena, todo era un desastre y en medio de la tempestad estabas tú, yacía en el suelo tu cuerpo sin vida y en tu mano aquel revolver que tanto me reprochaste comprar, tome tu cuerpo aun calido y lo estreche fuertemente entre mis brazos mientras una profunda pena se apoderaba de mis entrañas, sabia que el revolver no era el asesino.
Las lagrimas recorrieron mi rostro una tras otra emulando una fuerte lluvia, pasaron las horas, tu cuerpo se tornaba cada vez mas frío, me reproche el no haberte pedido perdón y tome el revolver helado, lo apunte contra mi cabeza…lo demás es silencio.