miércoles, 3 de agosto de 2011

Historias del Balcón

A la luz del farol mi pensamiento se traslado a tu presencia, era una mágica noche, plagada con destellos de estrellas y un viento un tanto cálido.
Te pensé a mi lado, queriendo estrecharte entre mis brazos y regalándote un beso en la mejilla, al observar la luna vislumbre tu rostro en ella y un segundo después una lágrima recorrió mi rostro, la noche se torno abismalmente obscura, el farol se apago y las estrellas marcharon, volví a pensar en ti, pero esta vez me decías adiós con tus blancas manos a lo lejos y en lo alto de un balcón.

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