miércoles, 1 de junio de 2011

ojos verdes

A veces sueño con lo que nunca pudo haber sido, como el cuadro de VanGogh, una noche estrellada. A veces pienso en tus tristes ojos, verdes, secos y deliciosos, pienso en cuanto me gustaba verlos mirándome, dibujándome el rostro, decorando mi alma. Pienso en los secretos que escondías, esos que nunca me dejaste conocer. Recuerdo tu tímida sonrisa que asomaba un signo de felicidad cada vez que te tocaba. Pienso un poco en ti y en lo que pudo haber sido.

Y de repente paro, porque no quiero imaginarme ni acobijarme, te convierto en deseo y empiezo a soñarte, entre ruinas y rosas, pedestales y bicicletas, todas las calles se derraman de ti, de esa intrigante esencia, tu carácter de niño, tus berrinches hipócritas. Oh eres un dolor de cabeza.

Porque al pensarte me incendio y me comienzo a extinguir, siendo testigo de todos mis lúgubres pecados, no tienen fin. Mis manos sudando, mi corazón palpitando, mi cuerpo expirando.

Y para calmar esta angustia he inventado 60 historias de amor, más de la mitad terminas conmigo. He explorado otros ojos, no tan bellos como los tuyos, pero azules como mis sillas,he sustituido tu voz por dos grabadoras que cantan folk. Me he mordido las uñas, he probado cocktails, me he cepillado el cabello, para olvidarme de que te quiero, para alejarme de los fantasmas, para convencerme de que fuiste real, de que si estuviste conmigo, pero estando en este hospital ¿Qué puede ser cierto?

No hay comentarios: